miércoles, 25 de enero de 2012

Reformas Borbónicas en Yucatán

Las reformas borbónicas, intensificadas durante la segunda mitad del siglo XVIII, produjeron diversos efectos sobre la sociedad indígena de Yucatán, éstos no siempre resultaron benéficos.

El impacto directo que provocaron las reformas fiscales borbónicas fué la dispersión del pueblo indigena. Hablando no solo de dispersión, los indigenas de Yucatán decidían abandonar sus tierras por las continuas opresiones, hablese del pago de tributos, el auge demográfico que consta de trabajar amplias cantidades de tierra, el poco amor al trabajo y el matrimonio, que sufrían a manos del gobierno correspondiente.

La extinción de las encomiendas fué otra repercusión de las reformas borbónicas. Sabemos que la encomienda fue una institución socioeconómica mediante la cual un grupo de individuos debía retribuir a otros en trabajo, especie o por otro medio, por el disfrute de un bien o por una prestación que hubiesen recibido.


La encomienda se había venido aplicando en la Nueva España mucho tiempo antes que las reformas borbónicas se hubieran ideado. Al principio pareció ser, y de hecho así lo fue, un beneficio para los indígenas que solicitaban ayuda de un señorío. En su evolución y particularmente en el desarrollo del siglo XVIII, esta institución se deseó extinta. Al paso de los años del respectivo siglo entre un se elimina y se reinstaura, aun mas con la aparición de la real hacienda, las encomiendas no se vieron más que receladas por el pueblo indígena y detestadas por la corona española.


La institución de la encomienda se basaba fuertemente en la adscripción tribal del individuo sujeto a ella (siendo de hecho los caciques, curacas, u otros jefes tribales quienes actuaban como intermediarios y organizadores del servicio). A los mestizos, por ejemplo, la ley los eximía de la encomienda. Esto provocó que muchos aborígenes buscaran deliberadamente diluir su identidad étnica o tribal y la de sus descendientes, intentando casarse con individuos de distinta etnia, especialmente con españoles (recién llegados, o criollos), que causaría más adelante su decadencia. La encomienda, de este modo, debilitó severamente la etnicidad e identificación tribal de los Amerindios, y esto a su vez disminuyó el número de potenciales encomendados. Son, en definitiva, factores como el mestizaje y la progresiva disminución de los naturales, lo que terminó por transformar el sistema de encomienda en uno de inquilinaje o latifundismo en la América Colonial.

Abolido el sistema de encomiendas, aparece su sustituto: la intendencia. El sistema de intendencias generalizó en su sustitución el tributo indígena, a cuyo pago se obligó a los indios, negros y mulatos comprendidos entre dieciocho y cincuenta años, ya fueran casados, solteros o viudos, por su condición de súbditos de la Corona. De los diecisiete reales anuales que se exigía a los indígenas, dieciséis se destinaban a las finanzas de la Corona, y el real sobrante, al fondo que, por mitades, se empleaba para el sostenimiento de los funcionarios del Juzgado de Naturales y del Protector de Indios y del Hospital General de Indios de México.

El caso es que, aun después de que recuperara vigor la Constitución de Cádiz, en 1820, siguió percibiéndose el tributo indígena en Yucatán, cuando supuestamente ya había sido suspendido, como lo muestra la Memoria sobre la provincia de Yucatán elaborada por la Diputación para su remisión a los diputados en Cortes de la provincia. Incluso se había elevado el monto de lo que se recaudaba de los indios.

En plena guerra de independencia y con los diferentes factores que oprimían a los indigenas, nótese: altos tributos de la real hacienda, el arrase de las cajas de comunidad, la fuerte presión en contra de las cofradías y en muy particular caso la propiedad territorial, los indigenas al parecer no tuvieron mas que la insurrección en contra de los opresores, especialmente con el movimiento de Jacinto Uc (Canek). Tanto en el alzamiento de Canek como en la guerra de castas del siglo XIX hay que pensar en la persistencia de unas creencias religiosas donde el elemento original indígena se fundía con misterios y usos litúrgicos católicos.

lunes, 23 de enero de 2012

Síntesis: Las Ideas Constitucionales en México

Inexcusablemente, las constituciones de nuestro país estuvieron sujetas al devenir histórico.

Los conflictos en respectivo documento demostrados, exponen diferentes factores que debilitan la imagen imperial y correlativamente refuerzan las ideas soberanía e independencia dentro de las comunidades españolas (que en este caso imponen una influencia magnánima en los pueblos hispanoamericanos, mas adelante demostrados), que culminaran en la creacion de las respectivas constituciones en los dos estados a tratar: España y Nueva España.

En lo que respecta a la Nueva España, la primer experiencia de independencia será el bloqueo británico de las rutas comerciales entre las indias y España, motivadas por la alianza entre Carlos IV con Napoleón. Aunado a esto el progresivo deterioro del poder de la Corona española se hará mas evidente.


A punto de vista personal, el hecho de que se hayan constituído los que se determina como "juntismo" es el golpe fulminante a la Corona y en este caso al movimiento revolucionario de Napoleón. Las Juntas Provinciales y Locales (creadas en cada territorio español), se proclaman superiores y soberanas, manifestarán su voluntad de resistir al invasor y a las autoridades que le prestan obediencia; al grito de "Viva Fernando VII y muera Murat", defenderán también la religión, con una voz que tendrá eco en la Nueva España, donde liderando los curas, el populacho hispanoamericano demuestra encontrarse en una postura resistente a la entrega del reino a los franceses.

El voluntarioso Napoleón, se enfrenta a una nación que defiende no sólo su religión, sino que además exige el regreso de la anterior dinastía y hace detonar en el fenómeno del juntismo, ya antes comentado: las Juntas Provinciales y Locales ejercen el Poder Supremo en sus respectivos territorios; aquellas que se ubican en las ciudades más importantes asumen el ejercicio de la soberanía sin límites, disponiendo de lo humano y divino. En Oviedo, Valladolid, Badajoz, Sevilla, Valencia, Lérida y Zaragoza se constituyen efectivamente Juntas Supremas que sustituyen a las antiguas autoridades. Para junio de 1808 hay trece Juntas Supremas Provinciales con una dirección colegiada, de las que dependían numerosas Juntas Locales, que reconocen su autoridad. Las nuevas autoridades afirman su legitimidad invocando la soberanía popular, lo que definitivamente hace contrapunto jurídico a las pretensiones imperiales, que tendrán de su lado a unos cuantos afrancesados y desde luego el ejército napoleónico.

La sustitución del poder del monarca por instituciones surgidas del levantamiento popular, en principio es resultado de un impulso patriótico y, en esa medida, de conservación; que se convertirá en revolucionario y que significará de modo inequívoco, la redefinición de la noción de soberanía.  

Por concluir, queda mencionar que notoriamente existen tres frentes en este devenir histórico: la postura revolucionaria Napoleónica, que posteriormente acaba en terror, rechazo y la instauración del imperio; la postura conservadora de España, la cual  con el paso de los diferentes conflictos y acontecimientos se ve transformada de una monarquia absoluta del antiguo orden, a una monarquía constitucional sustentada y fundamentada en las Cortes de Cádiz; y la postura de conservadurismo monárquico, apoyando a Fernando VII, que ideológicamente se modifica y retoma los ideales de la constitución de Cádiz: libertad, igualdad y soberanía.





"... Las Constituciones comprenden anhelos con una carga utópica considerable, pero representan igualmente la expresión de momentos específicos y concretos de la realidad histórica."
 Juan Carlos Abreu y Abreu

Reformas Borbónicas II

1.- ¿Qué impacto tuvo la derrota de Napoleón y la llegada de Fernando VII?
España fue la primera nación en la que Bonaparte tuvo que hacer frente a las insurrecciones nacionalistas que provocaron su caída. El emperador francés, después de haber destronado al rey Carlos IV de España, nombró a su hermano José Bonaparte rey de este país en 1808. Los españoles se rebelaron y expulsaron al nuevo gobernante de Madrid. Se desató la guerra de la Independencia española (1808-1814) entre los franceses, que intentaban restaurar a José I Bonaparte en el trono, y los españoles, apoyados por las fuerzas británicas mandadas por Arthur Colley Wellesley, duque de Wellington.
La firma del tratado de Valençay por el que se restituía en el trono a Fernando VII, el Deseado (tras la querella con su padre), como monarca absoluto, fue el comienzo de un tiempo de desilusiones para todos aquellos que, como los diputados reunidos en las Cortes de Cádiz, habían creído que la lucha contra los franceses era el comienzo de la Revolución española y también el inicio de la Guerra de Independencia Hispanoamericana.

2.- ¿Qué papel jugaban las cortes de Cádiz con respecto al proceso de independencia?
A parte de que considera a México y demás territorios como parte de España, otorgan la abolición de los privilegios de la nobleza, la supresión de la ley del mayorazgo, abolición del tribunal de la santa inquisición, se suprimen los gremios se decreta la libertad económica (capitalismo). Se lleva a cabo una tímida desamortización eclesiástica. Se promulga una constitución el 19 de marzo de 1812 que se establece un modelo estado, el Estrado liberal, se basa en la soberanía nacional y división de poderes, motivos que fundamentan la batalla de independencia, en el deseo de acabar con el absolutismo.
Amplia la declaración de derechos y libertades, establece la igualdad ante la ley, inviolabilidad de domicilio, libertad de prensa, libertad de expresión, etc.
Estado confesional: la religión oficial es la católica e incluso el estado se compromete a mantenerla.

3.- ¿Cuáles fueron las características principales de la constitución de Cádiz?
 La constitución de Cádiz no es revolucionaria. Se promulga desde la legalidad del momento, por quienes eran los legítimos representantes, acordándola conforme a las normas procesales del momento. Si fue revolucionaria en su contenido.
Se reconoce a Fernando VII como único rey y se declaran nulas las abdicaciones de Bayona.
Esta constitución se construye sobre los siguientes conceptos:
  • Soberanía nacional.
  • División de poderes.
  • Representación nacional.
  • Unicameralismo.
  • Confesionalidad católica.
  • Es una constitución racionalista.
  • Se inspira en la tradición.
  • Contiene elementos de las antiguas leyes fundamentales del Reino.
  • Proclama la monarquía pero desconfía del monarca.
  • Introduce elementos de ruptura total con el sistema anterior.
  • Traslada elementos de la Constitución francesa de 1791.
  • Introduce elementos de la Constitución americana de 1787.
4.- ¿Cuál fue la postura de Fernando VII respecto a la constitución de Cádiz?
El 4 de mayo de 1814 el recién restaurado rey Fernando VII decretó la disolución de las Cortes, la derogación de la Constitución y la detención de los diputados liberales. Comenzaba el regreso del absolutismo.
Fernando VII se opone a los decretos y a la constitución de las Cortes de Cádiz porque significan el paso de un Estado absolutista a uno constitucional. Es obvio, pero también hay que subrayarlo con énfasis, porque tras los decretos de igualdad de derechos y de representación, tras una constitución para «ambos hemisferios», y tras decretar la constitución de un Estado nacional en el cual los territorios americanos se integraban como provincias, la Corona perdía no sólo su privilegio absoluto sobre el resto de individuos, sino las rentas de todo el continente americano que pasaban directamente a poder del aparato administrativa estatal y no del monarca, al establecer el nuevo Estado nacional una sustancial diferencia entre la "hacienda de la nación" y la hacienda real. No podría consentirlo Fernando VII.

martes, 17 de enero de 2012

Reformas Borbónicas

Las 'Reformas Borbónicas' fueron los cambios introducidos por los monarcas de la dinastía borbónica de la Corona Española: Felipe V, Fernando VI y, especialmente Carlos III; durante el siglo XVIII, en materias económicas, políticas y administrativas, aplicadas en el territorio peninsular y en sus posesiones ultramarinas en América y las Filipinas.

-Motivos que dieron origen a las reformas borbónicas
Recuperar para la corona el poder que los reyes de la familia Habsburgo habían ido delegando en algunas corporaciones de las colonias, como la iglesia católica y los consulados de comerciantes, así como al menos moderar la creciente corrupción de todas las esferas del gobierno. Ejercer el poder sin la interferencia de estas corporaciones también significaba canalizar hacia la corona los beneficios económicos que éstas acaparaban.

-Entorno histórico de las reformas borbónicas
Estas reformas de la dinastía borbónica estaban inspiradas en la Ilustración y, sobre todo, se enmarcan dentro del nuevo poder de las elites locales y aumentar el control directo de la burocracia imperial sobre la vida económica. Las reformas intentaron redefinir la relación entre España y sus colonias en beneficio de la península. Aunque la tributación aumentó, el éxito de las reformas fue limitado; es más, el descontento generado entre las elites criollas locales aceleró el proceso de emancipación por el que España perdió la mayor parte de sus posesiones americanas en las primeras décadas del siglo XIX.
Para ejemplificar la situación que Carlos III quería reformar, examinemos lo que ocurría en el noroeste novohispano, según lo hemos descrito. Las funciones de gobierno que debían ejercer el gobernador y los alcaldes mayores estaban orientadas a proteger intereses que no eran los del rey. Así, los alcaldes mayores, que al mismo tiempo eran mercaderes, estaban muy comprometidos con los comerciantes almaceneros de la ciudad de México, de modo que dichos alcaldes anteponían los intereses de los almaceneros —que también coincidían con sus propios intereses— al provecho del rey y de sus súbditos. Con su fuerza política, la Compañía de Jesús intervenía en los asuntos de gobierno y en defensa de sus propias ventajas. La riqueza producida en el noroeste beneficiaba a los comerciantes, a los locales, pero sobre todo a los almaceneros, y la Compañía de Jesús se llevaba también una buena porción. La Real Hacienda era la menos beneficiada por las riquezas del noroeste, pues sólo recibía lo recaudado en impuestos. Para el gobierno imperial, pues, era muy conveniente eliminar a quienes interferían en los asuntos de gobierno y se llevaban la mayor parte de los rendimientos económicos.

-Consecuencias económico, político y social de las reformas borbónicas en la nueva España
Como es de suponerse, las reformas económicas trajeron consigo múltiples efectos y consecuencias, tanto positivas como negativas. El gobierno español tomó diversas medidas para explotar al máximo los recursos de la colonia, con el propósito de generar mucha más materia prima para la metrópoli. Con las reformas borbónicas se tocaron todas las áreas principales en la Nueva España, entre ellas se encontraba la minería. También estaban la agricultura, el comercio (pequeño) y algunas empresas de manufactura. Obviamente hubo beneficios, se permitió ampliar los negocios entre ciertas colonias (Trinidad, Margarita, Cuba, Puerto Rico). La medida que mayores desajustes provocó en la Nueva España fue la real cédula de 1804 sobre la enajenación de bienes raíces de las corporaciones eclesiásticas, que desató reacciones violentas en contra del gobierno español. Esto se debió a que, con excepción de los comerciantes más ricos, aquella disposición afectó a los principales sectores productivos del virreinato (agricultura, minería, manufacturas y pequeño comercio), y en particular a los agricultores, pues la mayoría de los ranchos y haciendas estaban gravados con hipotecas y censos eclesiásticos, que los propietarios se vieron obligados a cubrir en un plazo corto, a fin de que ese capital fuera enviado a España. De esta manera, no sólo la Iglesia se vio afectada por la real cédula, sino también casi toda la clase propietaria y empresarial de la Nueva España, así como los trabajadores vinculados con sus actividades productivas. Por ello, se levantó un reclamo y por primera vez en la historia del virreinato todos los sectores afectados expusieron al monarca por escrito sus críticas contra el decreto en cuestión. A pesar de todo, la cédula se aplicó desde septiembre de 1805 hasta enero de 1809, produciendo un ingreso de alrededor de 12 millones de pesos para la Corona, que supusieron el 70 % de lo recaudado en todo el territorio hispanoamericano. Para la Nueva España, la aplicación de la cédula aparte de provocar una severa crisis de capital, agrietó considerablemente las relaciones entre la Iglesia y el Estado; desde entonces esos dos poderes no sólo rompieron los lazos de unión que tuvieron en el pasado, sino que se convirtieron en facciones antagónicas. Las reformas borbónicas también afectaron al Consulado de Comerciantes de la ciudad de México; esta corporación, que había acaparado el comercio exterior e interior del virreinato por medio del sistema de flotas y del control de los puertos, perdió su enorme monopolio con la expedición de las leyes sobre la libertad de comercio. Al mismo tiempo, la supresión de los alcaldes mayores, agentes comerciales del Consulado en los municipios del país y en las zonas indígenas, acabó con la red de comercialización interna y rompió el lazo político que permitía a los comerciantes de la capital controlar los productos indígenas de mayor demanda en el mercado exterior e interior. Al parecer los reformadores borbónicos, encabezados por Gálvez, no tenían una visión completa del funcionamiento del sistema económico en la Nueva España. Aunque es cierto que muchos alcaldes mayores eran corruptos y abusaban de su autoridad, el repartimiento del comercio era mucho más que un mero mecanismo de explotación; constituía el más importante sistema de crédito para las comunidades indígenas y los pequeños agricultores. Los alcaldes mayores se beneficiaban porque proporcionaban a crédito servicios necesarios: distribuían semillas, herramientas y otros bienes agrícolas básicos; facilitaban la compra o la venta de ganado, y con frecuencia vendían los productos de algunos grupos que quizá no hubieran encontrado otra forma de colocar su producción. Todo esto fue interrumpido con el decreto que suprimía las funciones de los alcaldes mayores. También crearon escuelas e instituciones para ayudar y enseñar a los caciques y criollos.

-Vinculación de las reformas con la guerra de independencia
Descontento de una gran parte de la población como criollos y mestizos por la presión tributaria
Las colonias seguían desabastecidas por que las potencias extranjeras dominaban los mares y asaltaban los barcos españoles
Conflictos internos por que los criollos seguían sin acceder a cargos administrativos y de gobierno
Si hubo una relación directa por que las reformas borbónicas que afectaron a todos los territorios de la Corona española del siglo XVIII se dejaron sentir de una manera especial en América, de algún modo se rompe con la tradición económica e institucional de los territorios americanos al buscar los gobernantes un mayor control sobre aquellos reinos dentro de las limitaciones marcadas por la inmensa distancia que separa la capital de España. Estas novedades chocaran con el creciente deseo de autonomía fomentada por la burguesía criolla de tiempo atrás.

-¿Cuáles fueron las principales reformas establecidas?
a.- Plano Militar
Se planificó la creación de una armada fuerte, con barcos construidos y equipados con manufacturas de España para no seguir dependiendo del abastecimiento de otras potencias como hasta entonces. Si bien es discutible el grado de desarrollo que alcanzó la industria española existió al menos un gran intento por crear astilleros, fundiciones, textiles, etc. La inversión destinada a las fuerzas armadas y a los gastos de guerra fueron muy elevados y el ejército pasó a tener una jerarquización mayor. En los dominios americanos la estrategia militar consistió en proveer una fuerza que controlara las rebeliones y los disturbios populares que eran muy reiterados. Además se buscaba poner freno a los ataques extranjeros y al contrabando. Por tal motivo, los ejércitos en el Virreinato de Nueva España y en el de Perú eran muy numerosos y estaban dirigidos por profesionales de carrera.

b.- Renovación de la burocracia
Se procuró una burocracia profesional nombrando hombres de carrera tanto militares como civiles, sujetos a la evaluación periódica y a la promoción de cargos. Se estableció una salario fijo en lugar de las acostumbradas bonificaciones o beneficios que cada cual se atribuía. La capacidad profesional de burócratas leales pretendía erradicar a los burócratas que habían comprado cargos durante la etapa del “Estado en Venta” (siglo XVII) y que resultaban poco efectivos para la aplicación de las reformas. La llegada de soldados y funcionarios a América fue tan contundente que ha dado lugar a la idea de la “reconquista de América” por parte de los Borbones.

c.-La figura del Intendente
A nivel provincial estos funcionarios fueron una pieza clave como representantes del nuevo orden que se buscaba imponer. Las intendencias era una institución francesa que fue aplicada en todas las regiones de España y luego en América para achicar las jurisdicciones y aumentar la posibilidad de controlar la recaudación tributaria. En los intendentes recayó la responsabilidad de recaudar impuestos, dirigir los ejércitos y fomentar la economía regional. Los efectos del accionar de los intendentes fueron positivos en el plano económico pero entraron a competir y a interceder en el ámbito de otras autoridades locales y regionales con las cuales no lograban ponerse de acuerdo.

d.-Incremento de la recaudación fiscal
Lograr el incremento de la recaudación del fisco era uno de los objetivos centrales de las reformas aplicadas. El nombramiento de una burocracia profesional y asalariada junto con un ejército de carrera sumado a la reactivación de los mercados permitió aumentar los ingresos fiscales de forma muy notoria repuntando la economía general de la Corona. También las mejoras en la industria minera y el mayor control de las tasas aduaneras por las exportaciones proporcionaron suficientes recursos para sostener las innovaciones y consolidar la política borbónica.

e.-La reactivación de la minería
El resurgimiento de la industria de la minería de la plata fue una gran obra borbónica logrando superar la depresión que había sufrido esta actividad en el siglo anterior. Los nuevos descubrimientos, los incentivos fiscales y los créditos fomentaron este cambio.
En el caso de México se llegó a cuadruplicar la producción de plata debido a las inversiones en el campo de las innovaciones tecnológicas. En este sentido, en 1792 se fundó un colegio de minas con mineralogistas traídos de Europa. En el caso de Perú la minería no mostró tal repunte sino que fue más modesto, pero aún así, las inversiones de la Corona lograron resultados convenientes.

f.-La relación con la iglesia
La monarquía reivindicó el poder sobre la iglesia enfatizando la necesidad de obediencia absoluta. Era importante que los asuntos eclesiásticos estuvieran bajo el dominio del rey por lo que se eliminaron ciertos fueros clericales y se reforzó el control sobre el pago del diezmo que los cleros debían pagar. Las estructuras de la iglesia se reorganizaron para responder a la política absolutista. La Inquisición también fue materia de ajustes ya que esta institución debía velar por la aplicación de las nuevas medidas y mantener el orden social en las colonias americanas.

g.-La expulsión de los jesuitas
Se produjo en 1767 por orden de Carlos III. Todos los miembros de la Orden Jesuítica que se encontraban en los dominios americanos debieron exiliarse. Esta medida mostró la fuerte decisión de la corona por controlar la Iglesia. Un factor de peso fue precisamente que los jesuitas siempre habían respondido al Papado y no al rey. Por tal motivo no pagaban el diezmo como las otras órdenes y no respondían al control de las autoridades españolas. Además, los jesuitas habían logrado una fantástica acumulación de bienes y riquezas producto de sus diversas actividades, inversiones y empresas que supieron llevar adelante. Los pueblos guaraníticos del Paraguay son un buen ejemplo de la capacidad de acción de los jesuitas. Suele decirse que establecieron un “estado dentro de otro estado” debido a la independencia con la que se movían y la autosubsistencia que lograron. Por otro lado, la Corona guardaba desconfianza por la educación que se impartía en los colegios jesuíticos en los cuales se educaba la elite criolla y se difundían ideas contrarias al absolutismo. La influencia de esta orden llegaba a toda la sociedad colonial en su conjunto a través de sus gestiones burocráticas, de las cadenas de haciendas, el manejo de circuitos comerciales, el control de manos de obra, entre otros aspectos.

h.-Frenar las rebeliones. El caso de Tupac Amaru II
A lo largo del siglo XVIII se sucedieron varias rebeliones y resistencias en las que se expresaron los distintos grupos sociales de la compleja sociedad colonial.
Un caso resonante fue el de Tupac Amaru II quien fuera el líder de la mayor rebelión social llevada a cabo en los dominios hispanos contra las medidas del absolutismo borbónico. Este movimiento se dio entre 1780 y 1782 y fue severamente aplastado por la política borbónica. Mucho se ha escrito sobre la figura de Tupac Amaru llegando hasta hoy los ecos de aquellos hechos.
Tupac Amaru era descendiente de los Incas y como tal buscaba hacer valer su status y reivindicar sus pautas culturales frente a una política de dominación colonial que subyugaba a la sociedad andina desde hacía mucho tiempo. Hacia fines del siglo XVIII la situación social era agobiante y las reformas borbónicas no hicieron más que acentuar la sensación de opresión. Este líder no rechazaba la figura del rey sino que reclamaba cambios sustanciales sobre todo con relación al corregidor y al tributo indígena, aspectos centrales en la política española. Llama la atención que entre los seguidores de Tupac Amaru no sólo se encontraban grupos indígenas sino también negros, mestizos, mulatos y hasta criollos y españoles. Lo importante es notar que Tupac Amaru expresaba el descontento de un conjunto social muy diverso que coincidía en su rechazo al sistema imperante.

i.-El nuevo Virreinato del Río de la Plata
En 1739 se había creado el Virreinato de Nueva Granada pero fue recién con Carlos III (1759-1788) las renovaciones políticas resultaron efectivas como para transformar sustancialmente la relación metrópoli- colonias. Para centralizar y a fiscalizar mejor en todos los ámbitos de los dominios americanos una de las estrategia centrales fue la creación del nuevo Virreinato del Río de la Plata.
Esta ambiciosa empresa requirió, prioritariamente, reforzar las estructuras tradicionales para hacer más eficiente el manejo de la situación que presentaban las colonias. Las reformas proyectadas con la apertura del Puerto de Bs. As (1776) y con la creación del Virreinato del Río de la Plata (1777) fueron estrategias decisivas en el contexto planteado. Los cambios en la situación internacional impulsaron a la Corona a volver su mirada hacia el territorio que se encontraba a sus espaldas. La creación del nuevo virreinato fue un cambio significativo en el equilibrio geopolítico del continente y Lima perdió su lugar hegemónico. Además la inclusión del Alto Perú en el nuevo virreinato pasó a beneficiar a Buenos Aires con los recursos fiscales de Potosí cambiando el funcionamiento regional habitual
La estratégica creación del Virreinato del Río de la Plata provocó que la dinastía borbónica asumiera como nuevo desafío la defensa y el desarrollo del frente Atlántico. Por esto se planificó organizar expediciones de reconocimiento geográfico y científico, especialmente a los territorios indígenas del sur; buscar nuevas rutas de comunicación para agilizar el comercio con los mercados chilenos y levantar fortificaciones que aseguraran la soberanía española en las tierras patagónicas.
Mediante la creación del nuevo virreinato se proyectaba concentrar las exportaciones de la Pampa por el puerto de Buenos Aires. El objetivo era evitar que salieran vía Chile las grandes cantidades de ganado pampeano conducidas hacia la Araucanía por los mismos indígenas, tal como había estado ocurriendo desde tiempo atrás. Resulta oportuno entonces pensar que Bs. As emergía como un nuevo polo de arrastre orientado hacia el Atlántico.
Fuente de consulta: Varela, Gladys y Manara, Carla: Tiempos de transición en las fronteras surandinas: de la colonia a la república. En: Bandieri, S. (coordinadora) Cruzando la cordillera. La frontera argentino chilena como espacio social. Neuquén, CEHIR, UNCo, 2001, primera parte, pp. 31-63.

j.-La expansión del comercio colonial
Dispuestos a revertir la declinación económica de España y la presencia constante de las potencias enemigas incursionando por sus dominios, los Borbones apuntaron a fortalecer el sistema monopólico ahora con la Casa de Contratación en Cádiz en lugar de Sevilla. En este sentido, con la promulgación del "Reglamento de Libre Comercio" (1778) se pretendió reactivar la economía fomentando una mayor circulación de bienes y el aumento del ingreso tributario abriendo nuevos puertos tanto en la costa española como en toda América. Esta reforma se complementaba con algunos cambios básicos, como la desarticulación del comercio intercolonial para evitar competencia a los productos europeos y la configuración de las intendencias para perfeccionar la administración pública y descentralizar poderes locales. Finalmente estas medidas tendrán efectos muy relativos ya que provocaron la inmediata reacción de quienes habían tenido el control, o se habían beneficiado, con los tradicionales circuitos mercantiles.
En estrecha relación con los objetivos políticos y económicos fue de vital importancia la cuestión de la seguridad de las colonias. La clave era garantizar el orden interno y centralizar los dominios coloniales para liberar esfuerzos en pro de solucionar los acuciantes problemas económicos y la lucha contra potencias extranjeras, conflictos que afectaban seriamente a la monarquía española. Lo dicho permite comprender por qué algunas periferias vulnerables y potencialmente rentables fueron revalorizadas en las últimas décadas del siglo XVIII.